05 septiembre 2008

Diario de una ausencia (4)

Duele
la posibilidad
de perderte
todavía.

En frascos de cristal
guardo las lágrimas
que derramaste
para beberlas después.

Jugo amargo
que me devuelve
la dolorosa lucidez
del hueco desierto
de ti.

Nombrarte
es el único modo
de traer tu presencia
-viva, honda, poderosa-
al inocuo transcurso
de los días.

El dolor es la herida
-abierta-
causada por el arma
-certera-
de mi prematura inconsciencia.

Perderte sería
un largo túnel
previo a la nada.