14 junio 2006

Incansables

No me canso nunca de imaginarte, de explorarte, de intuirte y descubrirte. Siempre nuevo, intacto, inocente, añorado. En cada espejismo te encuentro, en cada luz del camino se refleja tu voz, cálido aliento. En los rincones escondidos y secretos de mi alma permaneces eterno.
Eres la calma infinita en mi nostálgico corazón. Soy la melancolía que habita en el final de cada encuentro. Somos la luz y la sombra de un mismo sueño inacabado.
Alejados los fantasmas de la soledad y la desesperación, tiemblan nuestros cuerpos unidos en un cadencioso ritual. Silba el silencio. Finalizan la angustia y la desolación.
Y ahora seguimos inmersos en dulce eternidad, cruzando a nado los abismos insolentes, jugando como niños atrapados en el laberinto de nuestra existencia. Burlándonos de la realidad.
Una vela se enciende en el pedestal de la pasión. Y regresamos, incansables, al limbo donde habitan nuestros sueños.


Raquel



Imagen: Antoine Art

1 Comments:

At 12:01 p. m., Blogger Raquel said...

Por suerte la imaginación nos permite hacerlo todo, vivirlo todo, soñarlo todo... :)

 

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